La gingivectomía es un procedimiento que, si bien en un inicio puede parecer complejo, resulta sencillo e indoloro.
Se trata de un tratamiento mínimamente invasivo para que se realiza bajo anestesia local, y cuya duración apenas excede los 15 minutos.
Puede hacerse mediante un bisturí eléctrico o láser. De esta manera, evitamos tener que dar puntos de sutura.
La realización de una gingivectomía se puede resumir en los siguientes pasos:
- En primer lugar, lo ideal es que el odontólogo realice un estudio estético de la sonrisa del paciente y una valoración de su estado de salud bucodental. Una vez el especialista haya indicado la adecuación de realizar dicho procedimiento, se iniciará el proceso quirúrgico.
- El día de la cirugía, se dibujará en primer lugar la línea a lo largo de la cual se realizará el contorneado gingival.
- Se aplicará una anestesia local y, una vez ésta haya hecho efecto, se realizará una pequeña escisión y se procederá a la eliminación del tejido gingival por la línea de contorneado.
- Finalmente, se protege la zona mediante el empleo de un cemento periodontal para prevenir posibles problemas postoperatorios.
Además, en algunas ocasiones el especialista realizará también un remodelado óseo para evitar problemas de recidiva.