En ocasiones, los defectos menores en los dientes pueden resultar muy notorios. Nuestra atención se puede ver atraída por un pequeño astillado en un diente frontal, una pequeña discrepancia en el tamaño de los dientes o un canino ligeramente más puntiagudo. Si notas estas sutiles pero molestas características en tu sonrisa, no te preocupes, ya que hay una solución: el contorneado dental (también conocido como remodelación). Este tratamiento es mínimamente invasivo y suele ser asequible, y puede ayudar a corregir estas imperfecciones y mejorar significativamente la apariencia de tus dientes y tu sonrisa.

Durante una única consulta de contorneado dental, el dentista llevará a cabo una evaluación de tus dientes para determinar cómo el contorneado puede mejorar tu sonrisa o corregir cualquier problema de mordida que puedas tener. Esto asegurará que, además de lucir mejor, tus dientes estén en buena salud.

En algunos casos, puede ser necesario realizar una modificación en las raíces de los dientes para protegerlos de la enfermedad periodontal. En tales situaciones, es posible que se requiera una radiografía para proteger el tejido interno del diente (la pulpa), el cual es sensible. No obstante, no hay de qué preocuparse, ya que el contorneado dental generalmente implica la eliminación de solo una pequeña cantidad de esmalte dental, la capa externa y dura del diente. Dado que el esmalte no está vivo y carece de nervios, es posible que ni siquiera necesites anestesia local para el procedimiento.

El contorneado dental se puede combinar con el blanqueamiento para lograr una sonrisa de apariencia mucho más joven.

También se lo suele utilizar junto con la adhesión cosmética o las carillas dentales, dos procedimientos que se pueden utilizar para contornear dientes con imperfecciones más grandes.

Del mismo modo, hay quienes se han sometido a un tratamiento de ortodoncia para corregir sus problemas de alineación y oclusión.

Estas personas, una vez que finalizan, quieren tener una sonrisa aún más estética.

Por eso, el contorneado dental después de la ortodoncia es también una elección muy plausible.

Este tratamiento, aunque muy sencillo y que no implica complicaciones, debe llevarse a cabo por un especialista en estética dental.

Un profesional que se dedica en exclusiva al aspecto de la sonrisa podrá determinar cuál es la mejor medida para cada dentadura antes de proceder a limar el diente. En una primera fase se realiza el diagnóstico y se pueden tomar impresiones para valorar el caso y estudiar la oclusión.

Al ser un procedimiento mínimamente invasivo, se realiza en una única cita, por lo que la persona puede disfrutar de su sonrisa en muy poco tiempo.

Se realizan los desgastes selectivos y, por último, se lleva a cabo un pulido final para restablecer el brillo natural de los dientes.

El contorneado dental es indoloro y no necesita anestesia para su realización.

El contorneado dental ofrece resultados muy positivos siempre y cuando los defectos de los bordes incisales sean mínimos.

En caso contrario, conviene elegir otro tipo de procedimientos que se adecúen a los requerimientos del paciente.

Por tanto, para cambios más radicales sería necesario valorar otras opciones, como puede ser la ortodoncia estética y la colocación de carillas de porcelana o composite.

Se tratan de unas finas láminas que se adhieren a la superficie dentaria y permiten modificar el color, la forma y el tamaño de los dientes.

No obstante, para que puedas saber con certeza qué tratamiento es más conveniente para ti, lo más recomendable es que te pongas en manos de un dentista profesional.

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El contorneado estético no afecta al esmalte pero sí consigue un cambio significativo en la sonrisa de los pacientes. 

Es muy habitual encontrarnos con alguna persona que no está del todo conforme con su dentadura, a pesar de que esté correctamente alineada y no presente ningún tipo de maloclusión.