La ortodoncia con brackets tiene una eficacia altamente demostrada. Su empleo está indicado para corregir cualquier problema de malposición dentaria. Luego de finalizar el tratamiento, percibirás mejoras considerables tanto a nivel estético como funcional.

Esta duda es una de las más frecuentes y, también, el principal miedo de quienes van a iniciar un procedimiento ortodóntico. Sin embargo, la realidad es que: es posible que sientas ciertas molestias tras la colocación del aparato o después de acudir a las citas de revisión.

Ahora bien, dicha sensación, no podemos describirla como dolor, simplemente es el resultado de la presión que el aparato ejerce sobre tus piezas dentales. Pero, ¡puedes estar tranquilo! estas molestias solo duran 2 o 3 días.

Siempre y cuando el ortodoncista lo permita, puedes tomar analgésicos para calmar dicha sensación.
Otras de las molestias acusadas por los pacientes que han elegido los brackets como método de ortodoncia son las relativas a las llagas y las heridas en la boca. Esto es consecuencia del roce del aparato con las mejillas y los labios. Pero, no debes alarmarte ante estos síntomas, puedes recurrir al uso de la cera de ortodoncia para evitar un roce mayor y colaborar a su cicatrización.

Aunque la SEDO recomienda una primera visita al ortodoncista a los 5-6 años, la edad ideal para comenzar con tratamientos de ortodoncia es entre los 9 y los 13 años, que es cuando ya están todos los dientes permanentes.

Los brackets son un método fijo de ortodoncia; su presencia supone una mayor dificultad a la hora de llegar a todos los lugares de la boca. Por ello, el primer factor que debes tener en cuenta es que necesitas dar una especial relevancia a tus rutinas de higiene.
Cepíllate los dientes después de cada comida, y hazlo durante un tiempo estimado en 3 o 4 minutos. Luego, no está de más emplear los cepillos interproximales para incidir en el espacio interdental y entre los brackets. Además, no faltes a tus consultas de rutina, ya que allí el especialista podrá hacerte una limpieza profunda para evitar la aparición de placa bacteriana en los dientes

Si te has decidido por la ortodoncia con brackets, nuestra recomendación es que sigas las siguientes pautas en cuanto a la alimentación:

1. Evita la ingesta de alimentos demasiado duros que puedan provocar que se despeguen los brackets.
2. Mientras tengas los brackets, evita comer cualquier alimento a mordiscos, es mejor que lo partas en primer lugar con la mano o con un cuchillo. Y
3. Durante el tiempo que dure el tratamiento, no podrás comer chicles o alimentos demasiado pegajosos que puedan quedar adheridos a los brackets.

Si se te ha despegado un bracket, lo ideal es que te pongas en contacto con tu ortodoncista, para que pueda cementar de nuevo el bracket cuanto antes y el tratamiento siga su curso de manera habitual.

Esta es otra de las preguntas más frecuentes, y queremos informarte que la duración del mismo dependerá de la severidad de las malposiciones que deban atenderse. Los casos de malposiciones leves no tardan más de 12 meses. Sin embargo, los casos más complejos pueden superar los dos años de duración.

Lo más adecuado es que los niños acudan por primera vez a la consulta del especialista en ortodoncia cuando tienen entre cinco y seis años.

Esto es recomendable para poder detectar problemas óseos en edades tempranas y llevar a cabo el tratamiento de manera precoz.

De esta manera, el pronóstico será muy favorable y el ortodoncista podrá guiar el crecimiento de los huesos y los dientes para que se desarrollen correctamente.

Por el contrario, el no tratar el crecimiento erróneo de los huesos en los primeros años de vida derivará en tratamientos largos, complejos y costosos en la edad adulta. Y que, además, solamente se podrán solucionar mediante cirugía ortognática.

La ortodoncia es un tratamiento que permite mover los dientes a una posición correcta en relación con sus bases óseas. Si los huesos maxilares tienen un tamaño adecuado y están en la posición correcta, la ortodoncia puede corregir cualquier maloclusión que exista.

Sin embargo, cuando los huesos maxilares se han desarrollado de manera incorrecta, la ortodoncia no puede corregir completamente el problema, ya que solo puede actuar sobre los dientes.

En estos casos, se debe considerar la posibilidad de recurrir a la cirugía ortognática. Esta especialidad médica permite modificar los huesos faciales para lograr un tamaño y una posición adecuados.

En otras palabras, cuando es necesario corregir la posición de los dientes y también modificar los huesos maxilares, se requiere un enfoque combinado de ortodoncia y cirugía ortognática.

De esta manera, los dientes se alinearán gracias a la ortodoncia, y la cara adquirirá un aspecto armonioso, ya que se habrá recurrido a la cirugía ortognática para modificar la posición y/o el tamaño de los huesos maxilares.

Si, aunque el tabaco no es lo mejor para la salud.

Las visitas periódicas se pueden programar cada 4 u 8 semanas, en función de cada caso.